Consejos para cuidar la piel durante un tratamiento oncológico

Cuidar la piel durante un tratamiento oncológico

Los tratamientos oncológicos pueden producir efectos secundarios que afectan al bienestar del paciente y a su aspecto físico. En este sentido, quizá el efecto más visible sea la caída del cabello, pero la piel se ve afectada por la quimioterapia, la radioterapia y la terapia hormonal. Por ello, es importante que aprendamos cómo podemos cuidar la piel durante un tratamiento oncológico.

Cuidados de la piel durante un tratamiento de quimioterapia

Los efectos secundarios que provoca la quimioterapia en la piel dependerán del tipo de tratamiento, aunque es muy común que aparezca sequedad. Para combatirla es recomendable realizar una correcta limpieza diaria de nuestra piel, utilizando agua templada y jabones con ph neutro. También es importante mantener una buena hidratación, para lo cual emplearemos cremas hidratantes o aceites corporales, siempre libres de parabienes, alcoholes y perfumes.

Además de mantener una higiene correcta, nuestra piel necesitará mayor protección frente a las posibles infecciones. Para ello deberemos tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Evita frotarte cuando te seques. La piel está sensible y se irrita con facilidad, por lo que puede dañarse con más frecuencia. Tenemos que tener cuidado cuando nos sequemos y, para ello, la mejor manera es apretar la toalla contra la piel, dando suaves toques.
  • Depilación con maquinilla. Cuando tengas que depilarte, hazlo con maquinilla eléctrica para evitar posibles cortes y que la piel se irrite. En la medida de lo posible, evita también el uso de ceras depilatorias.
  • Cuidado al rascarte. Cuando te rasques con las manos o te frotes con una esponja, debes hacerlo con sumo cuidado para evitar irritaciones.
  • No utilices productos exfoliantes. El uso de este tipo de productos está totalmente desaconsejado en personas que se están sometiendo a un tratamiento de quimioterapia. Además, tampoco es recomendable hacerse limpiezas de cutis.

Uno de los aspectos que más debemos tener en cuenta es el de la exposición al sol, ya que puede favorecer la aparición de manchas en la piel, especialmente si el tratamiento produce fotosensibilidad. Por ello, es importante que evitemos la exposición solar durante los tres meses posteriores al tratamiento.

En el caso de que no nos quede más remedio que exponernos, deberemos tomar las precauciones habituales, como evitar las horas de mayor intensidad solar o utilizar ropa y complementos que protejan nuestra piel. Y, sobre todo, utilizar crema solar con protección 50 o superior.

 

Cuidados de la piel durante un tratamiento de radioterapia

En el caso de la radioterapia, hay que tener cuenta que solo afecta a la piel en la zona en la que se recibe el tratamiento. En el resto de zonas del cuerpo no notaremos ningún efecto secundario.

En la zona que recibe la radiación aparecerá una coloración rojiza aproximadamente dos o tres semanas después del inicio del tratamiento. A medida que avanza el tratamiento, esa zona se va oscureciendo, dando un aspecto de suciedad. Sin embargo, no debemos preocuparnos, ya que este efecto desaparecerá uno o dos meses después de que concluya el tratamiento.

Aparte de esto, debemos tener presentes las siguientes recomendaciones:

  • Protégete del sol. La zona que recibe la radioterapia debe estar protegida durante al menos un año después de recibir el tratamiento. Para ello, debes evitar el contacto directo con la luz solar, utilizando crema protectora, gorros, camisetas y otras prendas.
  • Evita prendas y complementos que rocen la zona. Debes intentar evitar el uso de joyas, complementos y gomas en la ropa interior que puedan rozar e irritar la zona radiada. Utiliza preferentemente ropa holgada, fabricada con fibras naturales como el algodón.
  • No te depiles en esa zona. No solo es perjudicial, sino que resulta innecesario. A medida que avance el tratamiento, el vello de la zona que recibe la radiación acaba desapareciendo.
  • Olvídate de los tatuajes. Los tatuajes están totalmente contraindicados en la zona que recibe el tratamiento.

Cuidados de la piel durante un tratamiento con terapia hormonal

Algunos cánceres ginecológicos precisan de terapia hormonal una vez terminados los tratamientos quirúrgicos, quimioterapia y/o radioterapia. Estas terapias necesarias, por otro lado inducen una «menopausia precoz» y con ello un envejecimiento temprano y acelerado de la piel y las mucosas. Los tratamientos suelen durar entre 5 y 10 años según el tipo de cáncer, a diferencia de la quimioterapia y radioterapia, cuya duración es más corta​.

Todo esto hacer que el ácido hialurónico y el colágeno de nuestra piel se pierdan y den lugar a un envejecimiento precoz. En este caso, la forma de recuperarlo es a través de tratamientos médico-estéticos que consisten en infiltraciones de ácido hialurónico en nuestra piel y que a la vez estimulan de producción de colágeno.

 

Seguir estos consejos te ayudará a cuidar la piel durante un tratamiento oncológico. Ten en cuenta que la mayoría de los efectos secundarios producidos por estos tratamientos son temporales y acabarán desapareciendo poco a poco una vez finalizado el tratamiento. Recuerda, además, que tienes a tu disposición una serie de tratamientos que permiten recuperar el aspecto de tu piel después del proceso oncológico.

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