El casco que previene la caída del cabello durante la quimioterapia llega a los hospitales españoles

El casco que previene la caída del cabello durante la quimioterapia llega a los hospitales españoles

Uno de los efectos secundarios más visibles de los tratamientos contra el cáncer es la caída del pelo. Es un problema que afecta además a nivel psicológico, ya que genera un impacto en el bienestar y la autoestima de los pacientes. Para ayudar a estas personas a llevar mejor su enfermedad y contribuir a su recuperación, algunos hospitales españoles han empezado a utilizar un casco que previene la caída del cabello durante la quimioterapia.

 

El casco que previene la caída del cabello: ¿Cómo funciona?

Esta técnica fue creada en 1997 en Gran Bretaña y desde entonces se ha ido mejorando para aumentar su efectividad. En abril de 2017 obtuvo la certificación de la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos, que acredita su eficacia y seguridad. Aunque en España comenzó a utilizarse en 2012 en algunos centros privados, ha sido en este 2018 cuando se ha comenzado a utilizar en un mayor número de hospitales.

Consiste en un gorro de silicona por el que circula un líquido refrigerante que va conectado a una máquina para mantener una temperatura de entre 19 y 21 grados en el cuero cabelludo. Con ello se consigue que los tóxicos de la quimioterapia no lleguen a las células del folículo piloso o lo hagan en un bajo porcentaje.

El efecto que se produce es doble. Por un lado, reduce el aporte sanguíneo por vasoconstricción de los vasos; por el otro, produce el cierre de la membrana celular al paso de cualquier tóxico que llegue hasta ella. La efectividad de esta técnica puede llegar hasta el 90%, dependiendo del tipo de fármaco utilizado durante la quimioterapia.

 

¿Cuándo se debe empezar a utilizar?

Para evitar la caída del cabello en la medida de lo posible, es imprescindible comenzar a utilizar el gorro desde la primera sesión de quimioterapia. Este se coloca media hora antes de comenzar la sesión y se mantiene hasta una hora y media después de finalizarla. Además, es recomendable que el cabello esté previamente mojado para aumentar su efectividad.

El principal punto débil que tiene este tratamiento es que solo es aplicable en tumores sólidos y por tanto no se puede utilizar en pacientes con ​leucemias o linfomas​. A pesar de ello, este casco que previene la caída del cabello promete ser un gran avance en el bienestar de muchos enfermos de cáncer. El hecho de que los pacientes puedan conservar su pelo durante los tratamientos les ayudará a verse mejor delante del espejo y esto afectará de forma positiva a su estado de ánimo e influirá en su recuperación​.

Además, y aun teniendo en cuenta el importante papel que puede jugar esta técnica, es necesario recordar también la necesidad de mantener unos cuidados especiales durante el tratamiento para mantener hidratado y limpio el cuero cabelludo. De igual forma, es muy recomendable utilizar pañuelos o gorros que protejan la cabeza y el pelo frente a los agentes externos, como el sol, el frío o el aire.

 

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