Ejercicio físico en pacientes con cáncer: ¿Es beneficioso?

Ejercicio físico en pacientes con cáncer

La práctica de ejercicio diario es beneficiosa para la salud en general, ya que ayuda a prevenir enfermedades como la obesidad y, con ello, ​un factor de riesgo importante para ​el cáncer. Pero ¿qué ocurre con las personas que ya tienen cáncer? ¿Deberían hacer ejercicio? ¿Cuánto? Son preguntas que se realizan muchos pacientes oncológicos y que vamos a tratar de responder en este post.

¿Es recomendable el ejercicio físico en pacientes con cáncer?

El ejercicio físico en pacientes con cáncer no solo es una opción factible, sino que es además recomendable. Al mantenerse lo más activo posible, el enfermo podrá evitar algunos de los problemas más comunes que surgen durante el tratamiento y que suelen derivar del hecho de permanecer demasiado tiempo en la cama o inactivos.

Algunos de estos problemas derivados de la inactividad son la aparición de llagas en la piel, el debilitamiento de los músculos, la falta de apetito o la rigidez de las articulaciones, además de la fatiga causada por los efectos secundarios de los tratamientos.

Por lo tanto, aunque muchas veces los pacientes se sientan cansados, es conveniente animarles a que realicen alguna actividad física, siempre dentro de sus posibilidades. Hay que tener en cuenta que existen evidencias científicas sobre los beneficios de una vida activa en las personas con cáncer:

  • El organismo mejora sus defensas.
  • El paciente mejora su autoestima.
  • Reduce la fatiga, la depresión y los problemas cardiacos.
  • Reduce la pérdida de masa muscular.

¿Qué tipo de ejercicio pueden hacer estas personas y con qué intensidad?

Lógicamente, el paciente deberá adaptarse a su situación, al tipo de cáncer que padezca y al tratamiento que esté recibiendo. Es decir, el tipo de ejercicio que puede realizar estará supeditado a todas estas cuestiones y deberá consultar este aspecto con su oncólogo.

En líneas generales, se recomienda la práctica de ejercicio diario de intensidad baja o moderada durante aproximadamente 30 minutos. Caminar es una de las actividades más beneficiosas para este tipo de pacientes, aunque también pueden optar por otras como el yoga o la natación.

El apoyo de familiares y amigos también es un aspecto a tener en cuenta a la hora de realizar ejercicio físico, ya que ayuda al paciente a motivarse y a cumplir sus objetivos. Por eso, siempre que sea posible, es importante que alguien le acompañe durante su actividad.

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